Dentro del negocio de los juguetes y los
sueños infantiles, Walt Disney Company (WDC) es un pez bien gordo. El trato de WDC no solo
se preocupa por vender muñecos
semejantes de los personajes característicos sino que además, fabrica en
lugares donde le resulta beneficioso producir los muñecos de todos los
personajes favoritos de Disney. Pero Walt Disney tiene una segunda cara: la
fabricación y explotación de los trabajadores y maltrato que se da en el
sudeste asiático. A principios del año 2001, “Christian Industrial Committee” (CIC) publicó un informe donde denuncian
irregularidades en un total de doce fábricas Chinas que brindaban productos a
la Walt Disney Company. Pero,
¿por qué China?
Las empresas multinacionales invierten donde la
producción es más barata. Esto puede observarse con gran claridad en la
industria del juguete. En los últimos veinte años hubo un enorme flujo de
inversiones desde un continente hacia otro. Hace más de 35 años, Estados Unidos era el mayor
productor de juguetes. Más tarde, en los años setenta, las compañías
norteamericanas radicaron su producción en los denominados "tigres asiáticos":
Hong Kong, Taiwan, Corea del Sur. Cuando en esos países comenzaron a subir
lentamente los salarios y se formaron los sindicatos, la caravana inversionista
se trasladó hacia Tailandia, Indonesia, Malasia, Filipinas, y, sobre todo,
hacia China.
China es el mejor lugar para la
explotación y abuso. Hay un orden político estable, los sindicatos están
prohibidos, las imposiciones gubernamentales son mínimas, las autoridades se
dejan sobornar y el costo de vida es muy bajo. No es de extrañar que, en la actualidad,
alrededor de un tercio de los juguetes se fabrique en China. La gran marca de
juguetes, como lo es Disney, paga sólo una fracción del precio de tienda de productos
en las fábricas que hacen sus juguetes. Los empleados se encontraban en el
siguiente caso:
La mayoría de las jóvenes, algunas de no
más de dieciséis años, trabajaban por un salario entre 38 y 63 euros mensuales.
Este monto se encuentra por debajo del salario mínimo dispuesto por ley. Trabajaban hasta 140 horas extras al mes y
gran parte de esas horas no se les pagó. El salario se abonaba con un mes de
retraso y el trabajo con
herramientas y máquinas peligrosas se realiza sin las medidas de formación o la
seguridad. Deben trabajar en
silencio y existía una multa de hasta £ 5 para ir al baño sin permiso. También,
la separación de los padres y madres de sus hijos. Muchos trabajadores no se
atrevían a hablar con los investigadores del grupo de derechos humanos.
El informe de CIC también critica al propio regulador de
la industria por no poner freno a los abusos de los derechos. Los
investigadores se han dirigido a tres fábricas, dedicadas a la fabricación de juguetes
de Disney y una serie de otras marcas internacionales. En una de las fábricas,
Hung Hing, el investigador encontró que los 8.000 trabajadores tenían un máximo
de 100 horas extras al mes, muy por encima del máximo legal. Los trabajadores
dicen que tienen que firmar un documento de acuerdo de trabajar horas extras
por encima del máximo legal. El salario básico es £ 132 por mes (hasta $ 250 con
pago de horas extras como máximo), pero los salarios se pagaban hasta tres
semanas más tarde. Los trabajadores se quejaron de la formación inadecuada de
las máquinas de la fábrica y el año pasado un trabajador murió cuando se cayó
en una máquina. Dijeron que eran frecuentes las lesiones y las preocupaciones
sobre los productos químicos utilizados. También hubo quejas sobre la calidad
de los dormitorios.
En otra empresa juguetes, el investigador encontró que la
mayoría de los 1.500 trabajadores, en edades comprendidas entre 30 y 50 años,
paran en el puesto hasta 140 horas de tiempo extra todos los meses, casi cuatro
veces las 36 horas del plazo de un mes legal. El salario básico es de £ 110 por
mes, pero los salarios se pagaban un mes de retraso. Durante la temporada alta
de verano, los trabajadores podrían hacer hasta $ 240 al mes, incluidas las
horas extras, pero que cae a £ 140 en temporada baja. Un día típico de trabajo durante
la temporada alta comienza a las 8 de la mañana y no termina hasta 22:00. El personal
trabaja seis días a la semana, pero si la fábrica está a full no hay días
libres. Se informó de quemaduras regulares de los soldadores y las
preocupaciones sobre el efecto en la salud de los productos químicos marcados
que tienen que trabajar.
En el año 2000 habían salido a la luz
irregularidades en plantas Chinas que proveen a Disney. Lo que hizo la compañía
fue suspender de inmediato los pedidos en tres de las cuatro fábricas que
vendía a WDC, logrando de
ese modo mantener limpia su imagen. Como ya
no había trabajo, las operarias fueron despedidas.
Para impedir que la Walt Disney Company
se limitara otra vez a un mero cambio de fabricante y dejara en la calle a las
víctimas de las irregularidades, la organización mencionada ocultó el nombre de
las empresas en su nuevo informe del año 2001. El informe exhorta a la empresa
norteamericana a aplicar de una buena vez las reglas de comportamiento social
(codes of conduct) que ella misma se impuso y a asegurar el cumplimiento de
determinados estándares mínimos por parte de los fabricantes. Asimismo exige
que Disney instruya a sus empleados acerca de sus derechos y que los incluya en
el control de las condiciones laborales.
¿Cuál fue la reacción de la Disney
Company ante estas acusaciones? Silencio, negación, ocultamiento. Es acaso, ¿un
ejemplo de ética?, ¿cómo se aplica el código ético?, ¿Qué posición adoptamos
frente a este caso?. Todas estas dudas serán discutidas
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