Probablemente el punto de quiebre,
concerniente a la crisis del club Universitario de Deportes, ha sido el
incumplimiento, hacia sus jugadores y comando técnico, en temas financieros.
En primer lugar, meses antes de que los
problemas salieran a flote, se hacían millonarias contrataciones de jugadores y
pases que, quedaba claro, a largo tiempo serían insostenibles. A pesar de que
los sueldos que se pagarían eran excesivamente elevados, la directiva del club
en ese entonces comandada por Julio Pacheco afirmaba que dada la buena posición
que tendrían en la tabla de posiciones, sumado a una alta tasa de asistencia a
los partidos podrían cumplir con las exigencias financieras del club en
cuestión.
Tomando en cuenta el análisis de las variables de intensidad moral, Pacheco
y la directiva perdió por completo que aunque los pronósticos en papel eran muy
buenos y optimistas, quedaba el factor probabilidad. Y es que en temas de
futbol uno nunca puede estar 100% seguro de los resultados ni con los mejores
técnicos a la cabeza. Una variable de
intensidad moral, que es la Probabilidad
de efecto, menciona que las personas tendemos a pensar de que cierto tipo
de eventos pueden ser poco probables de ocurrir, y no tomamos en consideración
que aunque exista poca probabilidad puede que en algún momento nos veamos
afectados por esta.
Sumado a esto, la falta de apoyo por parte de
los hinchas al estadio dio inicio lo que sería una de las crisis más graves que
ha tenido el club en los últimos años. Los altos directivos permanecieron
siempre confiados en que, dado las excelentes contrataciones, el club permanecería
de la mitad de la tabla para arriba. Otra
variable de intensidad moral es la magnitud
de las consecuencias. La directiva no tomó en esta variable en su conjunto,
tan solo se concentró en el corto plazo y en cubrir las exigencias de contar
con una buena nómina de jugadores. Sin embargo meses después, los sueldos de
jugadores y del comando técnico (incluso trabajadores del club) amenazarían a
la directiva con renunciar si es que la situación no mejoraba.
Finalmente en los meses recientes han tenido
que tomarse decisiones que, si bien serían ácidas y poco aceptadas, serían la
mejor opción para asegurar las obligaciones financieras. Cabezas empezaron a
rodar, empezando por la directiva de Julio Pacheco. Los grandes contratos
quedaron resueltos y las deudas dejaron libres a todos los jugadores hasta
entonces fichados. Si bien ahora el club ronda por los últimos lugares de
posiciones en la tabla, la situación promete mucho más que antes, cuando se
sabía que no se podría cumplir con los pagos y que la baja (a segunda división)
sería inevitable. Incluso instituciones sin fines de lucro, como “Solo Importas
TU”, fueron creadas conscientes de que la situación financiera estaba demasiado
resquebrajada. Lo quieran los hinchas y
la directiva o no, decisiones como esta tienen que tomarse por el bien del
correcto desarrollo a largo plazo de cualquier tipo de organización.
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